lunes, 29 de junio de 2009

" El verdadero Cinturón Negro "

Es lamentable para mí tener que ser testigo de cómo algunos estudiantes vistiendo el tan esperado Hakama, abandonan su práctica al poco tiempo de haber comenzado a usarlo. Esto ocurre quizás por confundir el Hakama con un gran premio o con el final del camino y aprendizaje. Cuando en realidad comienza nuestra verdadera práctica, la abandonamos? He visto muchos practicantes obtener el Shodan o graduaciones sumamente altas y abandonar la práctica porque se piensa que se sabe ya lo suficiente, y otros que siendo Instructores abandonan su búsqueda de crecimiento y desarrollo. O'Sensei decía: “necesitamos por lo menos 10 años de práctica incesante para tener una vaga idea de lo que es el Aikido”.
A partir del shodan comienza un largo camino de aprendizaje en el que pasamos a ser algo así como el “hermano mayor” de los demás estudiantes y por tal motivo, se espera que dejemos un buen ejemplo acerca del respeto a la tradición del Aikido, la etiqueta en el Dojo, etc. De igual manera, el shodan debe continuar trabajando para mejorar y expandir sus propias habilidades y conocimientos. El shodan es el resultado de un proceso de maduración a nivel técnico, filosófico y humano. Significa mucha responsabilidad, significa que muchos otros alumnos están viendo nuestros pasos para seguirlos, y por lo tanto, es de suma importancia llegar a esta meta cuando realmente estemos preparados. En resumen, el deseo de aprender debe ser la fuerza principal que nos motive a entrenar y no el deseo de recibir el cinturón negro. Esto nos lleva a pensar que el momento en que recibimos nuestro shodan, es un momento de gran orgullo porque sabemos con certeza que nuestro Sensei nos estuvo observando y consideró que tenemos lo necesario para hacernos cargo de esta nueva responsabilidad que marca el camino verdadero.
Se dice que el Cinturón Negro representa el final de un camino y el comienzo de otro…
Cuando un alumno ha llegado a este nivel le han sucedido muchos cambios internos que son el resultado del camino recorrido.
Se dice que el alumno ya esta preparado para comenzar su camino a través de la oscuridad de la noche…
Su luz interior despertada tras su largo aprendizaje en el Dojo siguiendo las enseñanzas de su maestro, le permiten ahora atravesar la noche de la vida -las dificultades y problemas, el lado obscuro de si mismo y la maldad- de una manera diferente, como un "guerrero".
…El guerrero armado con su espada espiritual entrará en las tinieblas de la noche para combatir con su espíritu guerrero y su corazón noble -Kenshin- una mortal batalla contra el monstruo de las mil cabezas que es nada menos que el monstruo del ego propio, lleno de mentiras... En esta noble batalla el guerrero también sabe que corre el riesgo mortal de ser devorado por su mayor enemigo… el mismo.Asi con su Katana luminosa deberá ir cortando una a una las cabezas de la mentira hasta lograr atravesar la obscuridad y las tinieblas de la noche y llegar a la luz de su nuevo amanecer…
Si triunfa, el blanco sol del amanecer de un nuevo día, le dará la bienvenida a un nuevo ciclo de su existencia… “
Espero con este texto lograr explicar claramente que el final no se alcanza con una graduación, sino diferenciando bien, que solamente es el principio de un largo camino.
“ Un instructor que no busca más conocimientos no es un verdadero artista marcial “